Esta «casa de madera» en Sydney es un verdadero placer, tanto por fuera (para la vista) como por dentro (para vivir en ella). Ubicada en las playas del norte de Sydney, la Curl Curl House aprovecha al máximo los beneficios estructurales y estéticos de la madera con resultados sorprendentes. Esta residencia es un estudio de eficiencia de materiales, tiempo y costos. El resumen del proyecto incluía dos dormitorios con armarios empotrados, baño/lavadero, un comedor, una cocina, una sala de estar y una terraza de planta abierta. La casa cuenta con una entrada compartida, una servidumbre de servicios y un sitio compacto que permitió a los arquitectos maximizar el área del piso interno sin sacrificar las comodidades externas.
El edificio se adapta a las condiciones climáticas cambiantes mediante ventilación natural en todas las direcciones, dos estanques de peces integrados y vegetación que refresca la brisa del verano, y grandes toldos y mamparas de madera para dar sombra a las zonas de estar y, al mismo tiempo, brindar privacidad. Los espacios públicos están separados de los espacios privados por una zona estructural central. Construido con entramado de madera y revestido con chapa de abeto, este núcleo se adapta a los requisitos de servicio y almacenamiento de la casa. Un elemento definitorio en el interior es el tragaluz sinuoso que recorre todo el edificio y arroja luz por la pared exterior oriental.